Algo que recién me pasó viniendo de Los Angeles
Llegue al aeropuerto de Los Ángeles y luego de pasar el freeway 405 el tráfico era menos que el de ayer, lo se porque ayer fue domingo y también vine al aeropuerto, de hecho debí volver a El Salvador ayer por la noche pero no fue posible luego que la chica morena del mostrador de vuelo muy gentilmente dijera: "Tu debiste venir ayer hoy el vuelo esta lleno, debes venir mañana, además pagarás 100 dólares por el inconveniente causado a la Aerolinea" , El viejo truco.
Hoy es lunes primero de Octubre y aquí estoy de nuevo, son las siete de la noche y mi vuelo sale hasta las doce y media, así que he decidido pasear, caminando un poco, o mucho, por los fríos pasillos de la moderna terminal de vuelo. Lo primero que me llamó la atención fue una pantallita a la que todos fijaban idiotizados su atención, parecía ser mas interesante que rueda nueva en feria de agosto. La pantallita cambiaba de tiempo en tiempo y al cambiar lograba robar las miradas de mas y mas "vuelerinos" que se disponían a volar. Nunca entendí que tanto les atraía la pantalla que a todos galanteaba con sus pestañas, aunque eso lo pensé luego de estar por mas de treinta minutos como hipnotizado por su mover, hasta que apareció una leyenda bella, que decía: TACA 531 Gate 123B. Ese era mi vuelo.
Lentamente caminé, como que el tiempo fuera comprado con un bajo interés. A la derecha estaba el chino que con buen inglés, mal español e invento de otro idioma pedía dinero a todo el que se dejaba, que “disque” para ayudar a los niños pobres de solo el sabe donde, a la izquierda sentada en el suelo una señora octogenaria, de semblante triste vestida de gris, su mirada me recordaba a mi cara de ayer cuando la morena me dijo: "Tu debiste venir ayer, hoy el vuelo esta lleno... "
Mas adelante otro chino le daba de comer a su hijo de unos siete meses de edad, utilizaba dos palillos y le daba cereal, no imagino como hizo para darle de comer al bebé con semejante pericia, además mientras le daba comida le hablaba cariñoso, yo pensé, ningún niño entiende el idioma a esa edad, pero menos entienden chino. Seguí caminando de largo, todo me parecía de lo mas curioso, al otro lado encontré a alguien que con voz fuerte dijo: Ya son las “jocho”. Su amigo caminando mas atrás le respondió. “Perame”. Creo que eran Salvadoreños aunque eso lo comprobé luego cuando percaté siete bolsas de Pollo Campero y un par de All Star color rojo.
Pollo Campero, dije yo, llevado de Los Ángeles a El Salvador. Yo sabía que era lo contrario, el Pollo Campero lo traían de El Salvador hacia acá, pero esto es ridículo pensé. Sin poder ocultar mi curiosidad y de lo mas descarado me acerqué. Note que las cajas no tenían pollo solo las utilizaban para llevar shampoo y unos Snikers, esto también es ridículo, son los mismos Snikers que venden en la ESSO de los Héroes, y los mismos que vende la mamá de la niña Fina en la tienda de la esquina, en fin así somos los paisanos.
Hoy es lunes primero de Octubre y aquí estoy de nuevo, son las siete de la noche y mi vuelo sale hasta las doce y media, así que he decidido pasear, caminando un poco, o mucho, por los fríos pasillos de la moderna terminal de vuelo. Lo primero que me llamó la atención fue una pantallita a la que todos fijaban idiotizados su atención, parecía ser mas interesante que rueda nueva en feria de agosto. La pantallita cambiaba de tiempo en tiempo y al cambiar lograba robar las miradas de mas y mas "vuelerinos" que se disponían a volar. Nunca entendí que tanto les atraía la pantalla que a todos galanteaba con sus pestañas, aunque eso lo pensé luego de estar por mas de treinta minutos como hipnotizado por su mover, hasta que apareció una leyenda bella, que decía: TACA 531 Gate 123B. Ese era mi vuelo.
Lentamente caminé, como que el tiempo fuera comprado con un bajo interés. A la derecha estaba el chino que con buen inglés, mal español e invento de otro idioma pedía dinero a todo el que se dejaba, que “disque” para ayudar a los niños pobres de solo el sabe donde, a la izquierda sentada en el suelo una señora octogenaria, de semblante triste vestida de gris, su mirada me recordaba a mi cara de ayer cuando la morena me dijo: "Tu debiste venir ayer, hoy el vuelo esta lleno... "
Mas adelante otro chino le daba de comer a su hijo de unos siete meses de edad, utilizaba dos palillos y le daba cereal, no imagino como hizo para darle de comer al bebé con semejante pericia, además mientras le daba comida le hablaba cariñoso, yo pensé, ningún niño entiende el idioma a esa edad, pero menos entienden chino. Seguí caminando de largo, todo me parecía de lo mas curioso, al otro lado encontré a alguien que con voz fuerte dijo: Ya son las “jocho”. Su amigo caminando mas atrás le respondió. “Perame”. Creo que eran Salvadoreños aunque eso lo comprobé luego cuando percaté siete bolsas de Pollo Campero y un par de All Star color rojo.
Pollo Campero, dije yo, llevado de Los Ángeles a El Salvador. Yo sabía que era lo contrario, el Pollo Campero lo traían de El Salvador hacia acá, pero esto es ridículo pensé. Sin poder ocultar mi curiosidad y de lo mas descarado me acerqué. Note que las cajas no tenían pollo solo las utilizaban para llevar shampoo y unos Snikers, esto también es ridículo, son los mismos Snikers que venden en la ESSO de los Héroes, y los mismos que vende la mamá de la niña Fina en la tienda de la esquina, en fin así somos los paisanos.
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raul